Un debate sobre la identidad judía

05/May/2011

Clarín, Adriana Carrasco

Un debate sobre la identidad judía

05/05/11
Por ADRIANA CARRASCO
El libro Pensar lo judío en la Argentina del siglo XXI, surgido de un coloquio de 2009 organizado por la Universidad Libre de Estudios Judaicos, se presentó en la Feria, con los panelistas Dario Sztajnszrajber y Daniel Goldman (los compiladores), los periodistas Hinde Pomeraniec y Gerardo Rozín y el cineasta Daniel Burman.
“De golpe la ignorancia se transformó en el punto importante para mostrarse. Hay en la comunidad judía una ausencia de reflexión crítica. La ausencia de análisis crítico dio lugar al pragmatismo, al marketing, a las ofertas new age. Eso pone en peligro en definitiva al pensamiento.
Porque lo judío es debate, confrontación, controversia”, dijo Goldman.
Sztajnszrajber centró su exposición en problematizar el concepto de identidad. El filósofo apostó fuerte: “ A veces da miedo cuando se postulan las identidades como soluciones y no como problemas. Los judíos sabemos de eso: el problema judío tuvo su solución final en Europa. Es que la cultura occidental se ha construido a partir del principio de identidad y de definir aquello que pertenece a lo nuclear, o en el peor de los casos, sobra. En Occidente lo judío sobraba”. El problema, según Sztajnszrajber, tiene que ver con si lo judío es una religión, una nación, una cultura o una ética. “Lo erróneo sería pensarlo como una disyunción y no señalar que es todo eso, y más. En el mundo judío hay quienes ponen argentino como sustantivo y judío como adjetivo, y viceversa.
El adjetivo es algo de lo que podemos prescindir”.
“Yo me levanto y soy judío, no lo pienso, me surge naturalmente”, contó Burman.
Hasta que llegó el tema ríspido: las políticas de Israel. Rozín rescató del libro que “hace pensar sin culpa el lugar de judío argentino. Vamos todos en el mismo avión: nosotros somos judíos de acá, ustedes son judíos de allá, de Israel, y todos buena onda. Pomeraniec no compró boleto en ese avión, y dijo que “en los últimos 40 años, Israel ya no es David enfrentando a Goliat. Esto obliga a enfrentarse con contradicciones muy agudas. Pero en mi caso, no me ponen en conflicto con mi identidad judía cuando cuestiono las políticas guerreras del Estado de Israel”. En el runrún de la sala, más allá del telón de fondo de la identidad, quedó instalada la discusión.